ADIVINANZAS POPULARES – Febrero/Abril de 2014

(Publicadas en la edición de Febrero/Abril 2014)

En esta oportunidad, presentamos algunas adivinanzas populares que fueron recopiladas por Juan Dragui Lucero en su libro “Cancionero Popular Cuyano” de 1938.

1

Pampa blanca,

semilla negra,

cinco toros,

y una ternera.

2

Corre sin tener pies

y habla sin tener boca.

3

Me fui por un caminito,

me la encontré…

La busqué, la busqué,

y como no la encontraba

a mi casa la llevé.

4

Una señora de polleras blancas,

salta sierras y barrancas.

5

Pensando, me voy pensando.

Pensando me vuelvo loca…

La suegra de la mujer de mi hermano,

¿qué parentesco me toca?

6

Más fina que la hoja,

le pasa el agua

y no se moja.

7

Una vieja jorobada

y un hijo enredador,

una hija muy hermosa

y un nieto predicador.

8

Entre dos paredes

hay una flor colorada.

Llueva o no llueva

siempre está mojada.

Cartas de Ica Novo y Teresa Parodi – Febrero de 2014

(Nota publicada en la edición de Febrero/Abril 2014)

RENUNCIO A MI PREMIO CONSAGRACIÓN DE COSQUÍN

Con mis ojos húmedos de emoción, con profunda tristeza, pero con fe y con la esperanza de aportar al imprescindible regreso del Festival de Cosquín a la raíz del canto, con la convicción de estar haciendo lo que manda mi conciencia, me dirijo a todos los que amamos el encuentro del corazón que se da en Cosquín los días del festival, para comunicar mi decisión, largamente meditada, de renunciar al premio Consagración que me fue oportunamente otorgado, y que en su momento consideré un gran honor, porque todavía era símbolo de reconocimiento a una obra y a una trayectoria sin dobleces.

Siempre significó mucho Cosquín para mí. En Cosquín vivió mi padre, vivieron los Novo antes de mi nacimiento, buscando el microclima necesario para la salud de mi abuela Juana González del Pino.
A Cosquín fui de niño desde Deán Funes en la parte trasera de una camioneta, a la intemperie, a vivir el legendario festival con familia y amigos, y los que éramos niños pasamos esa noche de mágicas aventuras durmiendo en una vereda tapados con ponchos, como muchos lo han hecho y hacen movidos por el amor a nuestras artes criollas. En el escenario mayor, fui desde la participación fugaz de madrugada, hasta la presentación extendida en horario central, desde el anonimato hasta el amor y el respeto del gran público, desde el desconocimiento general de mi obra hasta erigirse mi chacarera “Del Norte Cordobés” en uno de los himnos del festival…
Siempre dejé en Cosquín lo cobrado por mis actuaciones, haciendo peñas con entrada gratuita o de un valor simbólico, y pagando alojamiento y comida de mis compañeros músicos durante toda la semana del Festival…

En Cosquín compuse muchas de mis canciones más entrañables para mí: «Gato de Cosquín», «Verdes Infinitos», «La Repiqueteada», «Encuentro en Cosquín», «La Peña Nuestra»…
Cuento todo esto para que quede claro que mis críticas al festival, como las de muchos artistas, comunicadores y amantes de este encuentro único y maravilloso, siempre fueron y son hechas desde el amor y el deseo de servir al perfeccionamiento de este festival que es de todos los argentinos.

Renuncio al premio Consagración porque prefiero andar liviano por las calles de mi Cosquín amado, por el río, por las peñas, como uno más de los que compartimos ese encuentro del corazón, antes que seguir ostentando un privilegio negado a grandes maestros, grandes artistas de sólida trayectoria, y nuevos grandes creadores. Y otorgado muchas veces en los últimos años de forma injusta, arbitraria o interesada. No quiero un premio Consagración si no lo tienen también el Bicho Díaz, Juan Quintero y Luna Monti, Lilian Saba, Carlos «Negro» Aguirre, Walter Soria, Jorge Giuliano, Rafael Amor, Jorge Marziali, Juan Falú, Liliana Herrero, Yuca Córdoba, Verónica Condomí, Shalo Leguizamón, Duende Garnica, Daniel Cañueto, Laura Ros, Néstor Acuña, Pocho Sosa, Mónica Abraham, Laura Albarracín, Coqui Sosa, Claudia Romero, José Luis Serrano, Koki y Pajarín Saavedra, El Cuervo, Pica Juárez, María Eugenia Díaz, Ramiro González, Gustavo Vergara, José Luis Aguirre, Topo Encinar, etcétera. No alcanzarían varias páginas para nombrar a tantos olvidados, por no hablar de los grandes maestros de varias generaciones, como Alberto Sará, Raúl Mercado, Ángel «Cacho» Ritro, Agustín Gómez, Miguel Ángel Reyes, Alfredo Ábalos, Silvia Zerbini, Juan Saavedra, Hilda Herrera, Ramón Navarro, Carlos Di Fulvio, Elpidio Herrera, Ramón Ayala, Chacho Echenique, etcétera, para quienes habría que inventar una especie de Premio Consagración de Oro. Renuncio al premio Consagración como ofrenda al Cosquín del corazón, por mis compañeros ninguneados, como tributo a la Pacha para que cure este festival y vuelva a ser lo que nunca debió haber dejado de ser, un encuentro de referencia para nuestro pueblo, un escenario que era un honor pisar, y no solamente un negocio.

No quiero dejar de mencionar, como ejemplo de la desconsideración y el maltrato que han sufrido muchos artistas, la afrenta personal que significó que Irina Cazenave y Alfredo Martino (a quienes creía hasta ese momento respetables y respetuosos compañeros), con la ayuda de un patovica, impidieran que el pianista de mi banda, mi hijo Salvador, pudiera tocar conmigo (¡Su padre!) la última vez que fui programado. Jamás olvidaré el daño moral que le ocasionaron a Salvador, su desesperación y su angustia por no poder tocar en el festival para el que se había preparado todo el año. Como no quiero decir «de esta agua no he de beber», quiero agregar que volveré a Cosquín, sí, cuando se haga justicia con todos los artistas de verdad, dándoles el lugar y el tiempo que se merecen, cuando el festival cumpla con el pueblo argentino que confía en que Cosquín es «el escenario mayor» que muestra lo mejor de nuestras artes y nuestros artistas, cuando se trate en el escenario de la misma forma a todos los artistas, sin privilegios para los «ricos y famosos», cuando los presentadores sean nuestros poetas, cuando haya un consejo asesor de idóneos que incida decisivamente en la programación y el desarrollo del festival. Y en lo personal, volveré a Cosquín cuando el Festival me vuelva a brindar el espacio y el tiempo que mi obra, mi trayectoria y mi público se merecen. Y cuando se desagravie públicamente a mi hijo Salvador por la ofensa recibida, siendo un pianista, músico y compositor elogiado, a los 8 años de edad, nada más y nada menos que por Mercedes Sosa, y por el desmemoriado Marcelo Simón, quien cuando lo oyó tocar a los 7 años en la Radio Nacional Folklórica, bajó al estudio para pedir micrófono y decir de Salvador «Estamos ante la presencia de un Mozart argentino», como consta en la grabación en mi poder de aquel programa, aunque después avaló que se le impidiera tocar en el Festival.

Y como quiero que mi decisión sea prenda de paz, manifiesto mi perdón a los que ofendieron a mí y a mi hijo, con la condición de que expresen su arrepentimiento de forma pública y expliquen los motivos de su actitud, ya que a otros menores de edad les permitieron estar en el escenario, aunque no subieran con sus padres. Todos nos equivocamos, reconocerlo es de sabios y valientes.
Renuncio a mi personal premio Consagración para compartirlo con todos los artistas que se lo merecen y no lo tienen, para sembrarlo en Cosquín como semilla de un nuevo tiempo, de un nuevo encuentro de las almas, de lo mejor de nosotros, de todos.

Para que el Festival sea siempre Cosquín y nunca Kiosquín, como ya dije en el escenario, momento desde el cual me proscribieron de hecho, tal vez porque algunos eligieron que sea Kiosquín. Si no, hubieran brindado conmigo. El Festival de Cosquín se sostiene por la presencia y la pasión de los que amamos encontrarnos en la magia, en la hermandad, en el sagrado ritual de la Música, de la Poesía, de la Danza, del Arte, del Amor… Queremos que el Festival esté a la altura de ese espíritu.

«Que el escenario sea siempre el altar que nombró Atahualpa. Que los maestros siempre estén y también estén los que avanzan. Artistas con conocimiento y verdades del corazón…» (Fragmento de mi Gato de Cosquín).

Ica NovoBuenos Aires, 31 de Enero de 2014.

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HAY QUE REFUNDAR COSQUÍN

Hay que refundar Cosquín me dijo mi amigo Ari Hassan, el talentoso productor del programa “Encuentro en el Estudio”. Y es verdad. Tenemos dos caminos y hace mucho que los tenemos: refundarlo o crear el espacio que necesita nuestra música para ser escuchada y respetada.
Entendiéndose por ello dejar que suene con sus profundidades más claras, realimentarse en las búsquedas genuinas de las nuevas formas, atesorar las voces y las obras de los maestros en los que seguimos eligiendo mirarnos; en suma, hacer más ancha y luminosa su huella. Enriquecerla y proyectarla reconociéndonos en los espejos de Yupanqui, Leguizamón, Castilla, Falú, Dávalos, Ariel Ramírez, Félix Luna, Romero Maciel, A. Mansilla, Chacho Müller, Leda Valladares, Suma Paz, Rolando Valladares, Andrés Chazarreta, Ernesto Montiel, Félix Dardo Palorma, Mercedes Sosa -voz madre de todos los tiempos-, Tejada Gómez, Hamlet Lima Quintana, Los Ábalos, Gómez Carrillo, Chango Farías Gómez, Hilda Herrera, etc., etc., etc., y por suerte puedo seguir nombrando con orgullo y emoción a tantos más.

Una línea, miles de líneas, un pensar la música, miles de caminos desde allí. Voces nuevas, enalteciéndola, dándole el vuelo que tuvo y tiene y que no es el que se ve ni por asomo en esas noches festivaleras que padecemos, salvo las maravillosas excepciones que existen a Dios gracias y nos devuelven las ganas de seguir a pesar de todo. Amigos, ¿no será que Cosquín, que es de los coscoínos, quiero decir que ellos ponen o sacan las reglas con que se lo programa, digo, no será que Cosquín refleja lo que hemos dejado que nos pase con la cultura?

Triunfó, nos guste o no, nos cueste o no aceptarlo, la cultura de la banalidad, de lo efímero, de la inmediatez de lo superfluo, de lo efectista, de la taquilla reinando y decidiendo por encima del arte, sobre lo profundo y lo austero, sobre lo bello sin estruendo ni palmas, ni gritos de amor de bajo vuelo. Pero eso es lo que vende, lo que hicieron que venda, lo que dicen que gusta, lo que dicen que convoca al público y agota entradas. Y así es, en gran medida, mal que nos pese.
Bueno, ¿entonces no será que esto trasciende Cosquín? Creo que sí. La batalla por la cultura la estamos dando denodadamente en todos los espacios y no terminamos de comprender que en verdad es la batalla que más importa porque es finalmente la que dice de nosotros como ninguna otra cosa puede decir.

Estoy preocupada y triste por el destino de nuestra música pero estoy esperanzada al mismo tiempo porque tenemos con qué hacerle frente al ninguneo. Tenemos valiosos y honestos artistas de lo heredado, nombres imprescindibles que no podemos disfrutar en la grilla de casi ningún festival. Tenemos voces señeras, obras irrefutables, nombres prestigiosos y nuevas generaciones que ya abrevan en esas fuentes imprescindibles a la hora de pensarnos país. Debatamos sobre esto. Salgamos a decir lo que pasa pero también propongamos el cambio en tiempo, forma y espacio.

Se lo merece nuestro pasado, nuestro hoy, nuestro futuro. Se lo merecen artistas de la talla de Liliana Herrero, Juan Falú, Raúl Carnota, Carlos Aguirre, Jorge Fandermole, Marian Farías Gómez, Aca Seca, Juan Quintero y Luna Monti, María de los Ángeles Ledesma y Cosecha de agosto, la Bruja Salguero, Laura Albarracín, Topo Encinar, Coqui Ortiz, Lilian Saba, Nora Sarmoria, etc., etc., etc.
Son tantos y tantos que me cuesta nombrar a algunos solamente y los que nombro son a modo de ejemplo. Pido perdón por los que no menciono, la lista sería muy larga porque, por suerte, son muchos los verdaderos artistas que cultivan con talento y altura nuestra música.
Digo, siento, pienso, reflexiono con ustedes. Y me atrevo a proponer: juntémonos compañeros, colegas, productores, amigos, amigas, manos a la obra. Intentemos sinceramente pensar modos, alternativas para este alto desafío de hacerle justicia a nuestra música más genuina, a los grandes artistas y a los jóvenes que vienen aportándole con honestidad y talento nuevos aires y no tienen ni el tiempo ni el lugar que les corresponde en los escenarios. No esperemos un año más para renovar nuestro descontento.

Teresa Parodi – 02 de Febrero de 2014.

GUILLERMO MURÚA, su Trayectoria en Fotos

(Nota realizada en Febrero de 2014)

                A continuación, destacamos parte de la exquisita trayectoria artística de Guillermo Murúa con algunas imágenes que demuestran su grandeza como músico. El cantante y compositor mendocino supo codearse con grandes de nuestra cultura y conoció muy de cerca el éxito.

1 Guille Murúa

1-Sus comienzos, con “la barra” de la calle Juan B. Justo de Ciudad, festejando un 21 de Septiembre en 1957 en el Parque Gral. San Martín. Mario López, Pablito Godoy, «Nicuzi» Domingo Baltazar Sarmiento y Guille a la derecha de la foto.

2 Guille Murúa

2-Corría el año 1959, y Guillermo (2do. de izquierda a derecha) formaba parte del Conjunto “Chacay Manta”.

3 Guille Murúa

3-Aquí en el Carroussel Vendimial de 1960 con Miguel Ángel De La Rosa. Guille es el de la izquierda.

4 Guille Murúa

4-Aquí en el Conjunto “Las Voces del Quebrachal”, en los estudios de Radio LV10.

5 Guille Murúa

5-Lindo recuerdo del “Cuarteto Bértiz”, con Tito Díaz a la izquierda, Luly Bértiz, Guillermo Murúa arriba y Pepete Bértiz a la derecha.

6 Guille Murúa

6-1960, con dos grandes guitarristas (estos a la izquierda de la foto y Guillermo al centro): Martín Ochoa y David Caballero.

7 Guille Murúa

7-Festival de Santos Vega, con Guillermo Murúa en el centro de la escena. Noviembre de 1964.

8 Guille Murúa

8-“Ecos del Ande”, el consagradísimo grupo orgullo de todo Mendoza. Guillermo es el primero de la fila y le siguen Karito Herrada, Armando Talquenca y Daniel Talquenca.

9 Guille Murúa

9-En esta imagen aparece (por orden) con: Roberto Palmer, Matrimonio Curelli, Pedrito Ferraresi, Karito Herrada, Armando Talquenca y Villita. 1966, en la Tranquera de Ecos del Ande.

10 Guille Murúa

10-1966, con Susanita Díaz, la Reina de la Tonada.

11 Guille Murúa

11-Con Chiquito Silione, Martha Lagos de Murúa, Víctor Silione, Jorgito Marziali y Pocho Irrazábal.

12 Guille Murúa

12-En una gira con “Los Quilla Huasi” en 1969. Estuvo muy cerca de quedarse en ese conjunto, pero se volvió a Mendoza.

13 Guille Murúa

13-Aquí, con Damián Sánchez y Los Trovadores, y Las Voces Blancas. Año 1970. Guille es el 2do. de derecha a izquierda en la fila de arriba.

14 Guille Murúa

14-Daniel Talquenca, Karito Herrada, Palito Ortega, Armando Talquenca y Guillermo Murúa.

15 Guille Murúa

17 Guille Murúa

18 Guille Murúa

18-Con Jorge Cafrune, en el Club Social Maipú, año 1964.

19 Guille Murúa

19-Con Horacio Guaranyn, en Balderrama (Salta).

20 Guille Murúa

20-También se dio el lujo de cantar junto a Alberto Castillo.

21 Guille Murúa

21-Con el consagrado Antonio Tormo y su esposa.

22 Guille Murúa

22-“Cuarteto Guarisnay”, con Pocho Sosa, Jorge Sosa y Polo Márquez.

23 Guille Murúa

23-Con Jorge Sosa, Pocho Sosa, Marcelito Sánchez, Gustavo Bruno, Nene Campos y Cacho Picón.

24 Guille Murúa

24-Con su hermano Hugo Murúa (a la izquierda) y Argentino Luna (en el centro).

25 Guille Murúa

Recomendados de Internet – Febrero/Abril de 2014

(Nota realizada en Febrero/Abril de 2014)

+ www.DiccionarioGaucho.com.ar | Este Sitio Web es un pequeño diccionario que nos muestra el significado de algunas palabras utilizadas por los gauchos, muchas de las cuales aún están en uso en la actualidad en Argentina. Según su autor, Ernesto Morales, este diccionario ha utilizado como fuente el libro «Martín Fierro», posiblemente el libro más famoso de la literatura argentina, escrito por José Hernández.

 + www.RaicesdelFolklore.com.ar |Este hermoso portal del folklore argentino, se dedica a rescatar a los grandes músicos, escritores y poetas, también le da lugar a los nuevos artistas y al baile, como así también a nuestras costumbres y tradiciones, pueblos originarios, mitos, leyendas y creencias, efemérides, cancionero y mucho más.

 + www.CancioneroCuyano.com.ar | Esta página web está dedicada exclusivamente a las canciones de Cuyo, registrándolas por tipo y por autor. Es un archivo con las letras de los temas creados por músicos de nuestra tierra. Encontramos aquí los siguientes ritmos: Canción, Canción Pastoril, Canción Vendimial, Cueca, Gato, Pasillo, Tonada, Vals, Zamba.

CESTERÍA HUARPE

(Nota publicada en Abril de 2014)

LA CESTERÍA DE GUANACACHE*

*Nota Publicada en la Revista MATAQUE de la Asociación La Cara Sur, Año I – N° 1, Diciembre de 2008.

La cestería de Guanacache es la única artesanía de origen precolonial que se conserva actualmente. Estos cestos merecen ser valorados por el modo de producción que los caracteriza y porque tienen un papel muy importante en la construcción de la identidad local.

                Se desconoce la fecha exacta en que apareció la cestería en Mendoza, pero se cree que podría ser anterior a la de la cerámica, que ocurre entre los siglos I y IV d.C.

                Se sabe que los huarpes de las lagunas de Guanacache utilizaban los cestos para transportar agua o alimentos, ya que eran menos frágiles que la cerámica. Los testimonios escritos más antiguos sobre la cestería nos llegan a través de los relatos de los cronistas. Rusconi, al igual que Juan Draghi Lucero, citan a Alonso de Ovalle en su escrito “Histórica relación del Reino de Chile y de las misiones y ministerios que ejerció en él la Compañía de Jesús.” de 1646, que dice: “Tanto se aventajan los huarpes en algunas cosas de manos…como es hacer cestas y canastillos de varios modos y figuras, todo de paja, pero tejido tan fuerte y apretado, que aunque se las llenan de agua no se sale…y son de estima”.         

                Rusconi explica que ya para la década del 30 la cestería había disminuido extraordinariamente y que eran aproximadamente diez las mujeres que realizaban esta artesanía. Una de las razones fue la falta de agua en las lagunas, por lo que hombres y mujeres vieron la necesidad de emigrar.

                Desde el año 1974 el gobierno de Mendoza rescató distintas artesanías tradicionales folclóricas que se realizaban en la provincia, entre ellas la cestería. Para esto fue primordial la participación de Francisca Godoy de Molina, la última cestera huarpe, que en 1982 contaba con 75 años. Ella fue la encargada de transmitir los conocimientos recibidos a los jóvenes para conformar una nueva generación de artesanos con el fin de que el legado de sus mayores perdurara.

                Los cestos huarpes o los realizados actualmente con la misma técnica, son elaborados con las hojas del junquillo que crece en los médanos. Algunos de estos cestos llevan en su exterior aplicaciones de motas de lana de colores. Estas lanas antiguamente eran teñidas con elementos naturales como semillas, raíces, óxidos e insectos; en la actualidad se utilizan generalmente anilinas. Comúnmente los cestos son de forma globular. Muchos de estos suelen ir acompañados de una tapa; a veces se les añaden otros cestos más pequeños llamados “hijitos” que siempre son colocados simétricamente.

                Estos cestos son elaborados totalmente a mano, sin la ayuda de ninguna herramienta industrial. No hay división del trabajo ya que todo el proceso es realizado por una sola persona que conoce todos los pasos de la elaboración. El modo de enseñanza era empírico y de transmisión oral. La misma Francisca Godoy cuenta que su madre le enseñó artesanías cuando tenía doce años y que al principio los cestos no los hacía tan bien y que cuando tuvo más años comenzaron a mejorar las cosas.

                En lo que se refiere al valor simbólico, resulta muy difícil determinar cuál era, ya que no se han encontrado, por ejemplo, restos de cestos en los enterratorios. Los relatos de los cronistas no hacen referencia a este aspecto; sólo mencionan lo formal y lo técnico. Draghi Lucero afirma que los canastos que tienen “hijitos” simbolizan la fertilidad, los hijos de la pachamama.

                A través de la fabricación de cestos podemos ver un importante acto de resistencia cultural, que ha logrado mantener por muchos años una expresión auténtica de esta comunidad precolonial.

                Dennis Moreno destaca el hecho de que lo artesanal es el modo de producción que antecede a la era industrial y que se caracteriza por la elaboración manual. Desde esta perspectiva los cestos huarpes adquieren un gran valor al analizar las condiciones de producción en las que fueron elaborados: hay que destacar el aprovechamiento de los recursos naturales que el medio les provee a los artesanos; el conocimiento de las propiedades del material, en este caso el junquillo, cómo conseguir un mayor rendimiento del mismo; las posibilidades que la técnica empleada les ofrece para crear formas que se adapten a las necesidades de la comunidad. Esto nos permite revalorizar el ingenio, las habilidades, destrezas y conocimientos de los artesanos que los producen.

Canastera

Cestera de Guanacache armando el asa del canasto. Cuadro de Fidel Roig Matons.

                También es importante destacar el papel que juegan estos cestos en lo que se refiere a la identidad local. Elaborados con esta planta característica de la zona de las lagunas, con su particular manera de tejer las fibras vegetales, sus formas, etc., son únicos en el mundo; es algo que se da solamente en este lugar y que por lo tanto nos identifica. Es necesario que valoremos nuestras producciones sin tener que realizar comparaciones con los conceptos de arte y artesanía que se imponen desde las culturas dominantes de occidente y que podamos establecer valoraciones propias de nuestra comunidad.

Fuentes:

-ARTÍCULOS cedidos por el Mercado Artesanal Mendocino, publicados en diferentes diarios de la provincia.

-MORENO. Dennis. Forma y tradición en la artesanía popular cubana. La Habana, Centro de Investigaciones y Desarrollo de la Cultura Cubana, Juan Marinello. Editorial José Martí, 1998. Capítulo primero.

-ROIG, Fidel A. y colaboradores. Guanacache. Fidel Roig Matóns, pintor del desierto. Mendoza, EDIUNC, 1999.

-RUSCONI, Carlos. Poblaciones pre y post hispánicas de Mendoza. Volumen I: Etnografía. Mendoza, 1962.

SALPICÓN TRADICIONAL – Febrero/Abril de 2014

(Nota realizada en Abril de 2014)

ANÉCDOTA: la participación de Atahualpa Yupanqui en Los Trovadores de Cuyo.

            Si bien siempre se dijo que la participación de Don Ata en el grupo Los Trovadores de Cuyo no estaba comprobada y que la única pista que existe sobre esto fueron las declaraciones que hiciera una vez el sobrino de Don Hilario, Carlos Cuadros.

                Pero el rumor se confirma con las mismísimas declaraciones que hiciera Atahualpa alguna vez: “Pude grabar con Los Trovadores de Cuyo ´La leyenda del sauce´ y otros temas. Mi amistad con el director de ese conjunto, don Hilario Cuadros, fue de gran importancia para mis acontecimientos y mi mantenimiento en la gran ciudad de Buenos Aires”.

                Fuente: http://www.rollingstone.com.ar/libros/pdf/ata.pdf

DULCE DE LECHE: anécdota histórica y culinaria.

                Existen diversas versiones respecto del origen del dulce de leche. Una de las más aceptadas es la que cuenta que corría el año 1829, y Rosas y Lavalle en Cañuelas, estaban tratando de dar el primer paso hacia la Organización Nacional. Lavalle, el más firme opositor de Rosas, llegó al campamento de este último y mientras esperaba su llegada, se tiró en su camastro, quedándose profundamente dormido. Cerca de allí una simpática y fiel mulata estaba preparando un mate de leche para esperar la llegada de Rosas, su patrón. Bajo el calor de las brasas, la mulata echó un puñado de azúcar a la leche para que se fuera disolviendo. Al ver a Lavalle dormido en el camastro de su patrón, la mulata se desesperó e intentó sacarlo de allí. Sin querer, estaba escribiendo, además de la historia, la receta “pasión” de los argentinos. Cuando llegó Rosas y vio la cara de desesperación de su mulata por la cama usurpada, tapó a Lavalle con su poncho y le dijo: «Déjalo, que es un valiente». Cuando la mulata fue a buscar el jarro para preparar el mate, había pasado demasiado tiempo. En su lugar encontró una crema amarronada y espesa: había nacido el dulce de leche.

POSTRES TÍPICOS REGIONALES DE ARGENTINA.

                Según la zona o región podemos encontrar: en el Nordeste postres con gran cantidad de huevos, como flan, ambrosía, los huevos quimbos (postre de origen árabe traído por los españoles, que se cocina en pequeños moldecitos llamados quimberas). También se hace presente en esta región el dulce de mamón cuyos ingredientes son mamón verde, azúcar y clavo de olor.

                En el Noroeste se destacan los arropes de tuna, alfeñiques, alfajores, el api o mazamorra, dulce de zapallo en casco, dulce de membrillo en pasta, entre otros.

           En la región Centro, es amplia la diversidad de postres: los distintos dulces, alfajores, pastelitos, bollos, milhojas, etc. Dos clásicos son el Postre Vigilante (con queso y dulce de membrillo), y el Postre Martín Fierro (dulce de batata y queso).

                En el Sur del país, abundan los dulces por la masiva presencia de frutos silvestres como frambuesas, cerezas, frutillas, grosellas, rosas mosqueta y otros más. Los dulces más populares son de cereza y guinda, de manzana, y de frambuesas.

TRADICIÓN CAMPERA: Cómo reconocer signos de próximas lluvias.

            Pueden ser anuncios de lluvias numerosos hechos, como ser: víboras que se cruzan en gran cantidad por los caminos (especialmente en verano), cuando hay mucho movimientos de las hormigas transportando sus huevos o reservas, cuando las lagartijas preparan en la entrada de su cueva una especie de caída para el agua, cuando un burro se guarece debajo de un árbol o rancho, cuando muge la vaca andando en tropilla, cuando el yeguarizo suda sin trabajar ni correr, cuando las cabras buscan presurosas algún reparo, cuando cantan las perdices o los teros, cuando duerme un perro patas para arriba, cuando los toros se revuelcan en la tierra como los caballos, cuando las acatancas (insecto semejante a un escarabajo, conocido también como bicho torito) aparecen en enorme cantidad, cuando el pavo real se muestra inquieto o cuando el potrillo retoza y patea.

                Fuente: COLUCCIO Félix. Diccionario Folklórico Argentino. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires. 1981

FLORENCIA DÁVALOS, Semilla Viva de Nuestro Folklore

(Nota realizada en Febrero de 2014)


por Lucio Albirosa (gritosdepoemas@gmail.com)

 Cuando alguien logra juntar un conjunto de tradiciones, mitos o creencias populares de un lugar o ensayar con su voz la musicalidad de un suelo, a modo propio, como semilla de éste; está transformándose en rama del folklore porque es esto la esencia toda del mismo. Nuestro Folklore Nacional se constituye con hombres y nombres que forjaron sus raíces a lo ancho y largo del país, entre esos mártires hacedores encontramos hoy a Jaime Dávalos -aunque físicamente haya marchado en 1981-, decía Hamlet Lima Quintana que “En el hijo se puede volver nuevo”-. Vuelven a renacer sus poemas y canciones en la voz de su hija menor, Florencia; una semilla musical que va madurando sobre exquisito viento de cuecas, chacareras y coplas. “Memoria de la semilla” es el nombre del primer disco solista de ésta joven artista, que ya supo obtener dos valiosos Premios Gardel, por parte de CAPIF -Mejor Álbum Artista Femenina y Mejor Álbum Nuevo Artista Femenina de Folklore 2013-.

En su casa de la Localidad de Zárate, provincia de Buenos Aires donde reside Florencia Dávalos, accedió a una entrevista exclusiva para Decires de la Cuyanía y MDZ. Esto decía sobre su vida musical, el éxito obtenido y la magnífica responsabilidad de mantener viva la llama de su padre:

 

-¿Cuál es tu sensación interna al decir que “Memoria de la Semilla” es una comunión de almas entrelazadas alrededor del mismo fuego?

 -Voy a citar un texto escrito por mi padre refiriéndose a la creación de la ZAMBA DE LA CANDELARIA: […] Somos nuestro antepasado. Los antiguos, que no tomaban tan superficialmente ningún hecho por simple que pareciera, veían en el crepúsculo la partida del sol con la pavorosa sospecha de que pudiese no volver más. Los días, con su fugacidad tentaban el corazón a ver en ellos una representación, un aviso de los dioses, queriéndonos alertar contra la ilusión ingenua de eternidad con que suele embriagarnos la luz del pleno día. [… ] Cuando encendemos el fuego del fogón criollo, estamos encendiendo el mismo en que se calentaron las manos los artífices del sílice y el hueso, o ante el que bailaron para encantar al sol los sacerdotes del incario. En una de esas cacharpayas, de esas despedidas tradicionales, nació la música de esta zamba.

La canción corrió hacia el pueblo cargada con la fuerza de lo que en ella apenas pudimos balbucir. Anduvo en los boliches, peñas, despedidas y churrasqueadas visitando la reunión humana en busca de bocas que la digan como una fórmula mágica para crear comunicación (…)

 «Una comunión de almas entrelazadas alrededor del mismo fuego» alude a una celebración alrededor del fuego, núcleo convocante, círculo mágico creado para la reunión entre los hombres en busca de la comunicación.

 Jaime Dávalos, nombra, y al nombrar crea con su palabra un universo. Su voz poética viene de muy lejos. Se nutre de la historia, de la filosofía, de la geografía y de la literatura universal. Desde ese ser anónimo, sombra que anda caminando, pinta al hombre con sus luces y oscuridades. Nos habla de nosotros mismos. Eleva a través del canto a los trabajadores, a la categoría de héroes cotidianos. Se acerca, pero no para observarlos como piezas de museo o rarezas en vía de extinción; sino para comunicarse, para aprender de ellos, para entender quién es él y toma el lugar del medium desentrañando a través de la palabra todo lo que misteriosamente el silencio del pueblo, lleno de sabiduría, le va dictando. Él mismo dice: «…en la canción, dejar el testimonio de la poesía que nos visitaba, para que con fundamento cante el pueblo y con el canto se despene el alma…».

El canto es comunicación. El fuego es nuestro núcleo convocante. La obra de éste poeta, como el fuego, convoca a la reunión a la celebración. Es un Homenaje a nuestro legado poético musical. Por eso digo: «TODOS SOMOS HEREDEROS DE SU VOZ POÉTICA. SOMOS MEMORIA. SOMOS SEMILLA». En cada uno de nosotros está la semilla de la memoria individual que a su vez conforma la Memoria Colectiva.

 -Creás en 2010 el “Proyecto Memoria de la Semilla” en homenaje a tu padre y es declarado de Interés Nacional por el Senado de las Nación Argentina y de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de Salta y también la ciudad de Zárate, a todo ello hay que sumarle el apoyo de la Academia de Folklore de la República Argentina y la Biblioteca Nacional. ¿Imaginaste alguna vez tanta trascendencia?

 -El proyecto Memoria de la Semilla nace, en 2010, después de largo tiempo de maduración dentro de mí. De haber leído, buscado, preguntado, recopilado, todo lo que tuviese a mi alcance sobre mi padre. El motivo tuvo que ver con una necesidad muy personal de encontrarme con él de algún modo. De entender ausencias, amores, desamores y vacíos existenciales. Al perder a mi padre a los 11 años, hubo un montón de cosas que me perdí de vivir con él. Y una manera de reconciliarme y reencontrarme fue a través de su obra.

Pero por supuesto que el proyecto es mucho más amplio, pues cuando hablo de Memoria de la Semilla, no es sólo mi semilla, sino la que cada uno trae en la génesis. Y desde allí, se esparcen hacia lo colectivo. Era una manera de apropiarme de mi historia familiar y al mismo tiempo entregar ese legado para que nuevas generaciones tuvieran acceso a ésta obra. Pienso que no ha tenido la debida difusión que merece por su calidad poética y por ser Jaime Dávalos uno de los referentes máximos de la poesía argentina dentro de la canción popular.

Creo que el apoyo de todas las instituciones que nombrás es el principio de un reconocimiento largamente esperado. Y me alegro de ser quien lleva adelante la amorosa tarea de unir los pedazos. Pero claro, no estoy sola, me acompañan muchas personas desde lo familiar, desde la amistad y sobre todo desde el amor por el viejo.

 -¿Sentiste en algún momento que la acción del canto era una deuda pendiente para con vos misma, sabiendo que te dedicaste al vestuario escénico por veinte años?

 -Desde que era una niña el canto me acompañó como una sombra. Lo ejercía en soledad, monologando con mi alma. Era, al mismo tiempo, una forma de comunicarme con el todo.

Por supuesto que no lo sabía. Pero cada vez que cantaba, algo maravilloso me ocurría; esa dicha y entusiasmo inexplicables, y el deseo de seguir y seguir, hasta olvidarse del tiempo.

Pasaron los años y a pesar de que elegí otros caminos artísticos, llegó el momento en que el canto llamo a las puertas de mi alma. Desperté. No sé exactamente que fue lo que me hizo recordar que amaba la música y que tenía que volver a hacerlo. Un llamado desde el fondo del tiempo, algo que me dictaba la sangre, quien sabe. Lo cierto es que, en vez de hacerme la distraída, decidí escucharlo.

 Lo gracioso es que mientras realizaba trabajos de vestuario (esto se puede cotejar con todas mis colegas vestuaristas) cantaba entre los percheros. Cada palabra que escuchaba por ahí me remitía a alguna canción que brotaba sin pensar, como el agua de una vertiente. Naturalmente. Todas mis compañeras y mis amigos me decían que por qué no cantaba. Era a veces como un reclamo.

Fue un camino de maduración necesario y hacerme cargo del don innato de poder transmitir a través de la voz un mensaje. Al principio, saber que contaba con el instrumento, pero eso duró muy poco tiempo, hasta que entendí que no era solamente tener una linda y armoniosa voz, sino que ella era el vehículo para comunicarme. Y entonces comencé a preguntarme qué quería decir, cuál era mi mensaje. Es un camino maravilloso de autoconocimiento y de entrenamiento permanente.

 -El lanzamiento del disco en 2012 contiene 18 obras de Jaime Dávalos, compuestas junto a reconocidos gigantes del plano artístico y a ello debe agregarse la participación de actuales destacados de la música popular. ¿Cómo te sentiste al cargar en piel y voz el peso de las obras de tu padre?

 -El disco MEMORIA DE LA SEMILLA es parte del proyecto que lleva el mismo nombre. Digamos que es el primer fruto de éste árbol.

Estoy sumamente agradecida por haber sido acompañada por los talentosos músicos y artistas que participaron desinteresadamente. Admiro y respeto a cada uno de los artistas que convoqué y fueron elegidos porque alguna ligadura tenían conmigo y con mi padre.

La producción artística y musical de mi hermano Marcelo fue un gran sostén para lograr la realización de éste álbum. Ese sostén necesario para que pudiera entregar mi voz de la mejor manera al servicio de una obra que tenía una carga emotiva muy fuerte. Poder estar presente con mi cuerpo y mi voz en la obra; que ella hable y no colocarme por delante de ella. Ese es un trabajo para mi muy interesante para hacer y que intentamos quedara plasmado en el disco.

 -Marcelo, tu hermano, es parte de la dirección musical ¿se siente más la sangre Dávalos unida a la tanta fuerza del disco en sí?

 -Creo que sí, pues la sangre nos lleva por lugares que ni nosotros sabemos bien por qué, pero allí vamos como sonámbulos siguiendo el rastro.

Para Marcelo creo que fue una gran pista de aterrizaje, pues hasta el momento de comenzar la producción del disco estaba viviendo en Mijas, España. Llegó después de 10 años y se puso de lleno con toda su potencialidad musical, artística y productiva con éste disco. Le dedicó muchísimas horas de trabajo. Realmente dejó todo allí.

 -¿Soñaste alguna vez que tu primer disco sería premiado con dos Premios Gardel a sólo un año de haber visto la luz?

 -Como es una producción independiente, llevé personalmente el disco y lo postulé. Lo hice porque estaba convencida de que era un buen material y quería saber qué le parecía al resto del mundo de la música, periodistas, etc., que forman parte del jurado de CAPIF.

La verdad es que fue una gratificante y sorprendente noticia la nominación a los Premios Gardel. Ese momento fue un festejo y una alegría, pues estaba nominada en dos rubros. Era como un sueño.

Algunos amigos músicos y productores se largaban a predecir que al menos uno me darían. Había una lucecita en el camino.

La gran sorpresa fue cuando estuve en la ceremonia de entrega de los premios y me nombraron dos veces. Muy conmovedor momento. Muchas emociones, alegría, agradecimiento y la confirmación de mi decisión del camino en el canto.

 -Luego de tantas presentaciones a lo largo y ancho del país, como aquellas en Colombia ¿cómo notás por parte del público el impacto de ser la semilla viva de Jaime?

 -Uy! es un amor que se transfiere y se entrega. Un ida y vuelta maravilloso. Entender la trascendencia de su obra y de su paso por éste mundo. Realmente siento que éste poeta no ha muerto. Como todos los poetas y artistas que nos dejan su huella honda en el corazón del pueblo.

Cada concierto es para mí un ritual con el público. La entrega de todo lo que soy y traigo en mi memoria, en mi sangre. Aparecen los duendes que acompañan. El viejo siempre está allí haciendo de las suyas, moviendo los hilos.

Hay una muy buena recepción del material por las generaciones contemporáneas al nacimiento y auge de éstas canciones. Personas que reviven en cada encuentro en vivo, una parte de su historia.

También las nuevas generaciones que quizás saben lejanamente quien fue Jaime Dávalos porque sus padres se lo contaron, o porque conocen alguna que otra canción, reciben con mucho cariño y respeto éste trabajo.

En Colombia, particularmente, me ocurrió que el concierto fue en una sala como para 100 personas. Fue en el marco del 15° Festival Bandola en Sevilla Valle. Había llevado un audiovisual que realizó hace muchos años Ricardo Aceval sobre mi padre. Y además, el concierto iba intercalando las canciones con algunos audios de poemas recitados por él.

Se largó una tormenta eléctrica que dejó a la sala a oscuras antes de comenzar el concierto. Creí que me moría, que no iba a poder hacerlo o sostenerlo, porque se me había truncado el plan original. Por suerte, mi amiga Martha Elena Hoyos, quien me convocó para el festival, me alentó a no desesperar y que lo hiciéramos a la luz de las velas y sin sonido. Y así lo hicimos. Armamos en el escenario un montón de cubos con velas apoyadas que iluminaban la escena. Una guitarra y mi voz. Nada más. Fue mágico. Pensaba que los colombianos con tanto bullerengue, bambuco, cumbia y joropos, se me iban a aburrir con las zambas, las tonadas, la milonga, pero no. Hubo un momento de magia y conexión muy hermosa cuando canté Las Golondrinas. El público cantó a coro conmigo toda la canción. ¡Allí comprendí el alma viajera de la golondrina hecha canto!

 -Eras muy pequeña cuando tu papá migró físicamente a la eternidad. ¿Más allá de lo musical, cuales son las estrellas propias de él que están encendidas en tu vivir cotidiano?

 -El compromiso con el arte. El arte como una herramienta fundamental para realizar cambios internos y en la sociedad, honrando la belleza. Cuando vivimos, soñamos. Ser una soñadora, viajera eterna, de caminos siempre nuevos pero al mismo tiempo viejos y antiguos como la humanidad. Honrar a nuestros antepasados. Encontrarme en el otro en la mirada, en los gestos, compatibilizar. Acercarme desde el amor y la humildad a las cosas más simples de la vida. Comprender quién soy y qué vine a hacer a éste mundo. Preguntármelo cada vez. Ser consciente de la finitud aunque vivamos engañados en nuestro deseo de inmortalidad y vivir cada día como si fuera el último. Buscar la libertad como los pájaros, infinitamente.

Algo de esto está dentro mío y fue sembrado por mi padre y por mi madre. Ellos me enseñaron que el arte está en mí como un camino de liberación y aprendizaje.

 -¿Te dedicas por entero a la música? ¿Ya la considerás como una vocación definitiva?

 -Nada es definitivo. La música es un camino posible para construirme pero quién sabe qué caminos puedan abrirse. La escritura es un tema pendiente, o no tanto, porque ya te habrás dado cuenta de que cuando me piden que conteste unas preguntas ¡me largo a escribir un libro! (risas).

La danza, el canto, la escritura, las imágenes, los vestuarios, las escenografías, el espacio, las luces, las sombras, las ideas, todo eso está allí, dando vueltas en mi alma. Todo lo que fui y seré es parte de esta masa que está siendo amasada día a día.

 -¿Qué provocó en vos la tanta crítica constructiva sobre el disco, a manos de grandes como Ramón Navarro, Jorge Marziali, Juan Falú, Jaime Torres, Liliana Herrero y Horacio González, entre otros?

 -Muchas lágrimas de emoción, de alegría. Sentir en esas palabras la aceptación y el respeto, que de algún modo son el amor a mi padre, transferido hacia mí. Todos ellos son para mí referentes de la música, de la poesía, del pensamiento y sus apreciaciones son muy valiosas.

 -Mucha gente grande conoció toda la obra, o gran parte, creada por tu padre. Mucha juventud se introduce en el mundo del folklore sin conocer demasiado las raíces que lo forjaron. ¿Qué mensaje les darías a ellos como la excelente artista que sos y lo que significa tu apellido en la historia total de nuestro folclore?

 -Les diría que se acerquen a las obras de éstos poetas y compositores, como Jaime Dávalos, Eduardo Falú, Manuel Castilla, Cuchi Leguizamón, Armando Tejada Gómez, Hamlet Lima Quintana, César Perdiguero, Ariel Petrochelli, Chivo Valladares, Juan Falú, Jorge Marziali, Ramón Navarro, Ramón Ayala y muchísimos más que nos dejaron un legado enorme que debemos honrar cantando y aprendiendo tal como nos lo dejaron.

Luego vendrán las transformaciones, las propias exploraciones, romper los esquemas, trasgredir los límites. Pero antes hay que saber dónde estamos parados. Quiénes somos. Es como salir de viaje sin haber mirado el mapa. Primero hay que estudiar el terreno y reconocer las rutas trazadas de antemano. Una vez transitadas, podremos buscarle nuestra propia impronta y trazar los propios caminos, sin tratar de ser súper originales y trasgresores; porque a veces, eso resulta una imposición más que una verdadera búsqueda.

 -Florencia: ha madurado la noche. A lo lejos se oyen los acordes de “Zamba de la Candelaria” ¿Ayudás al poeta a alumbrar el camino?

 -«Mi tarea como artista e intérprete es cultivar las semillas del arte que me fueron heredadas, como compromiso con las raíces de esta tierra y con las de mi sangre». Esto escribí allá por el 2010 cuando redacté el proyecto Memoria de la Semilla.

Busco la luz, siempre. Con sus sombras y sus proyecciones. Ojalá mi trabajo ilumine consciencias y abra nuevos caminos llevando el legado de mi padre lo más lejos y profundo posible.

CONOCEMOS LA ZAMBA

(Nota realizada en Febrero de 2014)

por Daniela Berná (danifberni@yahoo.com.ar)

 -¿Qué es la Zamba? Es una danza de galanteo de pareja suelta e independiente y de movimiento pausado. Constituye una representación –quizás la más expresiva- del juego del amor, en la que el caballero asedia con insistencia pero siempre con delicadeza a la esquiva dama, hasta que al fin consigue rendirla, triunfo que se expresa en la coronación.

 Es danza de pañuelo, elemento que tiene en ella una importancia capital, que los bailarines usan de mil modos –con movimientos y poses- para dar a entender con él sus sentimientos, sus deseos y sus estados de ánimo.

 -Historia. La zamba es hermana de la cueca chilena, la marinera y otras danzas hijas o descendientes de la primitiva y prolífica zamacueca –cuyo nombre parece haber dado origen a los de zamba y cueca- la cual fue creada, según Carlos Vega, en Lima (Perú) en 1824, sobre la base de elementos de los bailes de la época. En dicho país se la conoció también con los nombres de zambacueca, mozamala y zanguaraña.

 Antes de la aparición de la zamacueca, se bailó en aquel país desde antes de 1812, una danza “de chicoteo” llamada zamba. Pronto llegó esta a Chile, donde alcanzó gran difusión hacia 1812 y 1813, y luego pasó a nuestro país a través de Los Andes, llegando a provincias como Mendoza. Quizás también llegó por el norte desde Bolivia. Es muy posible que esta zamba peruana haya influido mucho en la creación de la zamacueca, danza esta que tomó rápido impulso y se difundió, con extraordinaria pujanza, por Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y otras naciones americanas.

 -Coreografía.

                POSICIÓN INICIAL: firmes, enfrentados, dando el caballero su izquierda al público. Los bailarines sostienen el pañuelo con su mano derecha caída normalmente al costado; el hombre tiene su izquierda también baja, en tanto que la dama apoya la suya en su cintura o se toma con ella la falda. El caballero sostiene el pañuelo por una punta; la dama, por el medio.

                 PRIMERA: Introducción, 8 compases. Baile, 36 compases (72 tiempos). Total de pasos, 71.

                 1-Vuelta Entera: 16 pasos con pañuelo y encuentro en el centro. Se da la vuelta en 4 series de 4 pasos, cada una de las cuales toma un verso del canto. Los primeros 4 u 8 pasos se hacen simples (caminados, de paseo) y sin movimiento de pañuelo. Los pasos siguientes se dan valseados y moviendo suavemente el pañuelo.

                 2-Arrestos: 8 pasos, con pañuelo, en el centro. Se hacen hacia la izquierda con 4 pasitos cortos, describiendo un pequeño arco o semicírculo, dándose el frente y a corta distancia entre sí, cumplimentando con el pañuelo. En el 4to. tiempo, ya en los lugares opuestos, apoyan el pie izquierdo, para salir hacia la derecha con el pie derecho, bajando el pañuelo e inclinándose.

                Se ejecuta la salida hacia la derecha desandando el camino recorrido, describiendo en 4 pasos un arco más amplio, alejándose del centro y yendo hacia sus lugares, agitando el pañuelo como señal de despedida.

                 3-Media Vuelta: 8 pasos, con pañuelo, yendo al centro. Salen con el pie izquierdo y describen la media vuelta en 2 series de 4 pasos cada una.

                 4-Arrestos: 16 pasos, con pañuelo, en el centro. Describen 3 arrestos y la salida en una serie de 4 pasos. Se lleva el pañuelo a la altura del rostro de la dama, y en la salida agitándolo con la mano derecha despidiéndose.

                 5-Media Vuelta: 8 pasos, con pañuelo, yendo al centro.

                 6-Arrestos: 8 pasos, con pañuelo como en el 2do. tramo.

                 7-Media Vuelta Final: 7 pasos, con pañuelo, cambiando lugares, yendo al centro. Aquí, en el último paso, el pañuelo se lleva al hombro izquierdo del compañero coronándolo.

                 SEGUNDA: es similar a la primera; se inicia desde los lugares opuestos. El asedio del galán se intensifica y la dama lo acepta al fin, bailando ambos apasionadamente. En el final de la segunda, el caballero corona a la dama colocando delicadamente su pañuelo extendido, formado con ambas manos, por detrás de la cabeza de ella.

                 -VARIANTES. Son infinitas, pero nombramos aquí la zamba libre, los arrestos circulares y las medias vueltas en “S”.

 —

Fuente: BERRUTI Pedro. Manual de Danzas Nativas. Editorial Escolar. Buenos Aires. 1990.

¿QUÉ CONSTITUYE EL FOLK?

(Nota realizada en Abril de 2014)

por Daniel Berná (dberna@triunfoseguros.com)

Los hechos folklóricos y sus características, los procesos de folklorización, las proyecciones folklóricas.

Algo más sobre el Folk

En el número anterior habíamos comenzado a definir el folk, o sea el pueblo o sociedad portadora del folklore. No resulta sencillo y puede ser más fácil contrastarla con las sociedades primitivas o la sociedad urbana moderna. Las sociedades folk están a medio camino entre las primitivas y las urbanas. Es en realidad un tipo ideal, es muy difícil de encontrar hoy una sociedad que sea estrictamente folk, todas están contaminadas con aspectos culturales modernos. Hoy las poblaciones no están aisladas totalmente y la radio y la televisión llegan a todas partes.

Siguiendo a Goldenwiser podemos decir que son sociedades pequeñas, analfabetas y que se encuentran aisladas. Exhiben una cultura local, homogénea y el conocimiento no está sistematizado, ya que los miembros de una comunidad folk se comunican sólo oralmente. El conocimiento pasa de padres a hijos, de ancianos a jóvenes, y el individuo acumula saber a medida que envejece, de ahí la autoridad y prestigio de los más viejos. Por lo tanto la semejanza entre sus miembros es notoria, como también la semejanza entre las distintas generaciones. De ahí que los cambios culturales son pequeños y lentos, aunque no podemos hablar de un inmovilismo cultural.

No existe en gran proporción la división del trabajo, lo que una persona hace lo hace otra, salvo las obvias diferencias de género y edad. La sociedad folk es un pequeño mundo, económicamente independiente, que produce lo que consume y consume lo que produce, con escaso intercambio con otros grupos. No existe la moneda y ninguna cosa es valorada por un denominador común.

Esto que decimos es una construcción mental, algo ideal y abstracto que, en otros tiempos se puede haber dado pero que ya no encontramos (salvo en sociedades primitivas que las diferenciamos de las folks). Las comunidades del desierto lavallino, probablemente nuestro principal reservorio folklórico, ya no son analfabetas (hay una red de escuelas), comercian intercambiando sus chivos por alimentos elaborados, usan la moneda, hay centros de salud, policía, etc. Fundamental en esto es también la migración, sobre todo de los más jóvenes, hacia las ciudades cabeceras de la región, principalmente a Mendoza pero también a Lavalle, San Juan o San Martín.

El examen de la cultura material de estas sociedades revela que no todo es producto de los integrantes de las mismas, sino que surgen del contacto con otras culturas más complejas, ya que requieren un cierto grado de tecnología, y que pueden haberse dejado de usar en su lugar de origen pero siguen vigentes en las folk. Ejemplos simples: la rueda, los fuelles, las sillas, las camas, etc.

Estos conceptos desarrollados por Redfield son rebatidos por Foster que sostiene que son más aplicables a sociedades primitivas y que esta manera polar de definirlas, contraponiéndolas a las sociedades urbanas, no explica las manifestaciones folklóricas que encontramos en las ciudades.   Distingue por lo tanto entre sociedades folk y cultura folk, ya que ésta tiene manifestaciones en las ciudades también.

Acepta que son culturas simples, pero que están en contacto con culturas “superiores” que las están modificando rápidamente. Por lo tanto estas sociedades folk participan de algunas de las características descriptas por Redfield pero no de todas. Herskovits sostiene que el tipo ideal de este autor no explica los aspectos folk de los centros urbanos de África occidental, algunos de hasta 350.000 habitantes.

Oscar Lewis ha expuesto el caso de familias de Tepoztlán que emigraron a Méjico y que lejos de quebrar los valores antiguos, mantuvieron en grado sorprendente sus normas de vida en la gran ciudad.

Según Foster el estrato folk en una parte de una sociedad preindustrial caracterizada por clase sociales. En su forma rural el estrato folk es igual a la comunidad entera, en su forma urbana es sólo una parte de la comunidad. Esto permite diferenciar entre cultura y sociedad folk. Una cultura puede ser una forma de vida común a algunos o muchos de los pobladores de aldeas, pueblos o ciudades. Una sociedad folk es la constituida por un grupo organizado de individuos caracterizados por una cultura folk.

Sin embargo el concepto de cultura folk y sociedad folk define razonablemente los tipos de comunidades y de culturas llamadas folk por los antropólogos. Cualquier sociedad folk por un número mayor o menor especificados por Redfield como correspondientes al tipo ideal.

Las culturas folk existentes perderán gradualmente sus caracteres folk en la medida que se integren a las sociedades urbanas e industriales.

Para Carlos Vega el criterio culturológico es el más adecuado para definir el folk; para él es el conjunto de individuos que usufructúa las supervivencias. Ningún grupo folklórico posee únicamente supervivencias, los que las poseen con exclusividad son los etnográficos o primitivos. El pueblo que interesa al Folklore se define por la posesión de los hechos folklóricos. Es la posesión de las cosas folklóricas lo que convierte a un grupo en “pueblo” y no a la inversa. Es una especie de círculo virtuoso, ya que no hay supervivencias sin individuos, los hechos folklóricos son hechos vivos y las ex vivencias (folklore histórico) fueron a su tiempo cosa de hombres. El “pueblo”, en sentido amplio, está integrado por individuos extraídos de varias clases sociales, con la sola condición de un apego personal a determinante conjunto de supervivencias. Este pueblo es heterogéneo y disgregado. Pero el pueblo por excelencia, el verdadero pueblo del Folklore, está constituido por grupos de individuos enlazados por el usufructo común de las mismas supervivencias. Asienta en aldeas o está relativamente disperso por la campaña.

Esto que hemos resumido son las principales teorías y opiniones de los estudiosos que no terminan de ponerse de acuerdo en una definición única y concreta del folk, y la discusión continúa.

Fuentes/Bibliografía:

-Vega, Carlos. La Ciencia del Folklore. Ed. Nova.

-Redfield, Foster, Chertrudi y otros. Introducción al Folklore. Centro Editor de América Latina.

Recordamos a MERCEDES SOSA

(Nota realizada en Abril de 2014)

                A más de cuatro años del fallecimiento de “La Voz de Latinoamérica”, no podemos dejar de homenajear a la gran artista popular que está presente no solo en los amantes de la música folklórica, sino en todos aquellos amantes de lo bello y luchadores por un mundo mejor. Mercedes Sosa supo representar –de la mano del Movimiento del Nuevo Cancionero- nuestra música tradicional por todo el mundo.

                Nacida en un humilde hogar de San Miguel de Tucumán, el 9 de julio de 1935, su verdadero nombre era Haydée Mercedes Sosa. En los primeros años crece su apego por las expresiones artísticas populares. De adolescente no solo cantaba, sino que le gustaba bailar y enseñaba danzas folklóricas. Cantaba en los actos de su escuela, despertando la atención de la gente cuando interpretaba el Himno Nacional Argentino.

                Cerca de su hogar se encontraba el Parque 9 de Julio, que fuera su segundo hogar. Allí jugaba y soñaba junto a sus hermanos, olvidando por momentos el hambre que sufrían en su casa. Según ella misma lo declaró, gracias a este parque, tuvo una infancia feliz.

           Con 15 años se animó a participar en un certamen radial organizado por la radio LV12 de Tucumán bajo el seudónimo de Gladys Osorio, en el que triunfó y obtuvo como premio un contrato por dos meses de actuación en la emisora. Cabe aclarar que lo hizo a escondidas de sus padres y con el apoyo de sus hermanos.

              El 05 de Julio de 1957 se casa con el músico mendocino Oscar Matus, con quien tiene su único hijo, Fabián Matus, el 20 de Diciembre de 1958.

              Es en Mendoza, a comienzos de los ´60, que Mercedes Sosa pasa a la fama, siendo la voz y la referente femenina del Nuevo Cancionero, que fundara en 1963 con Armando Tejada Gómez, Oscar Matus y Tito Francia entre muchos otros.

                 El Movimiento de la Nueva Canción Latinoamericana comenzó de a poco a convertirse en una realidad de masas en todo el país. Así, los referentes de Mendoza se trasladaron a Buenos Aires y La Negra siguió cosechando éxitos.

Mercedes Sosa rodeada de Tito Francia, Juan Carlos Sedero, Pedro Horacio Tusoli, Armando Tejada Gómez, Víctor Nieto y Oscar Matus, el día de la presentación del Manifiesto del Nuevo Cancionero en el Círculo de Periodistas de Mendoza, el 11 de febrero de 1963.

              A esa altura, los discos de Mercedes ya eran una constante de éxitos periódicos que el público vivaba felizmente. También eran comunes las giras por países de todos los continentes y la participación en películas argentinas (como «El Santo de la Espada» y «Güemes» -La Tierra en Armas-, ambas de Leopoldo Torre Nilsson).

                 Mercedes Sosa se separó de Oscar Matus, lo que le produjo un fuerte estado depresivo y problemas de salud, de lo que luego pudo sobreponerse.

                 Tiempo después, conoce a Pocho Mazzittelli, con quien se casa. Pocho fue un sostén importantísimo en la vida de La Negra, para soportar el exilio, para elegir el repertorio. Pocho fallecería años después de manera repentina, lo que afectó mucho a Mercedes.

                 En 1965 actúa por primera vez en Cosquín, gracias a la intervención de Jorge Cafrune que no hace caso a las directivas de la comisión del festival (de no dejar cantar a Mercedes Sosa por Comunista) e invita a Sosa a subirse al escenario, presentándola como una gran artista.

               En 1972 pisa por primera vez el Teatro Colón en un show inolvidable.

               En los años ´70, sus canciones de neto corte social y político comprometido con los oprimidos del continente, le hicieron sufrir las persecuciones militares de los golpes de estado y los gobiernos civiles de derecha. Durante los años 74, 75 y 76 sufrió reiterados aprietes de la Triple A. Incluso llegó a estar detenida con su hijo y 350 personas que habían ido a ver su espectáculo en La Plata. Ya en 1979, si bien había aclarado que no dejaría el país a pesar de la censura y las amenazas de muerte constantes, se vio obligada a padecer el exilio. Sosa se afincó primero en París y luego en Madrid.

Astor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y Jairo, junto a otros amigos en la casa de José Pons en París.

Astor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y Jairo, junto a otros amigos en la casa de José Pons en París.

                 La muerte por leucemia de su músico más querido e incondicional, el mendocino Pepete Bértiz, hijo de don Santiago, siendo tan joven, significó para ella un durísimo golpe en la vida.

La Negra y el Pepete Bértiz en Cuba.

La Negra y su guitarrista preferido, el genial y recordado mendocino Pepete Bértiz, en Cuba.

                  Los shows que dio a partir del 18 de febrero de 1982 en el Teatro Ópera de Buenos Aires, significaron no solo la vuelta de “la ídola”, sino que representó la esperanza de que un futuro mejor era más cercano de lo que esas generaciones pensaban, era la alegría de saber que la dictadura no tenía mucho más tiempo en el poder.

                 Al regreso de la democracia, continúan sus recitales, vuelve a editar discos y sigue con sus giras y distinciones por todo el mundo. Durante la década de los noventa, da inolvidables y multitudinarios shows en Buenos Aires y en Europa, vuelve a participar de distintos films y continúa siendo reconocida por distintos organismos.

                 En marzo de 1997 participó del cónclave internacional denominado «Río + 5», en el que intervino en su carácter de vicepresidente del Consejo de la Tierra en representación de Latinoamérica, con la finalidad de intervenir en la redacción de la «Carta de la Tierra», un documento equivalente a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, para definir un sistema operacional de valores que guíen nuestro comportamiento, nuestras relaciones y esfuerzos para el desarrollo.

                 Mercedes sufría problemas de presión y se enfermó, estando más de 15 días sin comer y en muy mal estado. Al tiempo se repone y vuelve los escenarios, lo que no solo significaba algo importante desde lo artístico, sino que era el retorno a la vida misma, a su gente.

                 Hasta el final de sus vidas, Mercedes Sosa siguió manteniendo la coherencia de sus convicciones y la fuerza de su lucha. Continuó grabando discos y ofreciendo espectaculares conciertos para miles de personas. Fallece en Buenos Aires a los 74 años, un 4 de Octubre de 2009.

Discografía:

-Canciones con fundamento (1965)

-Yo no canto por cantar (1966)

-Hermano (1966)

-Para cantarle a mi gente (1967)

-Zamba para no morir (1968)

-Con sabor a Mercedes Sosa (1969)

-Mujeres Argentinas (1969)

-Navidad con Mercedes Sosa (1970)

-El grito de la tierra (1970)

-La voz de Mercedes Sosa (1971)

-Homenaje a Violeta Parra (1971)

-Cantata sudamericana (1972)

-Hasta la victoria (1972)

-Traigo un pueblo en mi voz (1973)

-Mercedes Sosa (1973)

-A que florezca mi pueblo (1975)

-Mercedes Sosa (1976)

-Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977)

-Serenata para la tierra de uno (1979)

-A quien doy (1980)

-Mercedes Sosa en vivo en Argentina (1982)

-Como un pájaro libre (1983)

-Mercedes Sosa (1983)

-¿Será posible el sur? (1984)

-Vengo a ofrecer mi corazón (1985)

-Corazón americano (1985)

-Mercedes Sosa ´86

-Mercedes Sosa ´87

-Amigos Míos (1988)

-En vivo en Europa (1990)

-De mí (1991)

-Sino (1993)

-30 Años (1993)

-Gestos de amor (1994)

-Oro (1995)

-Escondido en mi país (1996)

-Alta fidelidad, Mercedes Sosa canta Charly García (1997)

-Al despertar (1998)

-Misa criolla (2000)

-Acústico en Vivo (2002)

-Corazón libre (2005)

-Cantora 1 (2009)

-Cantora 2 (2009)

Testimonios para Mercedes:

-PABLO MILANÉS: La personalidad de Mercedes Sosa es determinante a la hora de hacer una revisión de la historia no solo cultural sino también política de América Latina.

-ISABEL PARRA (Hija de Violeta Parra): Mercedes sentía profundamente. No es muy difícil darse cuenta de que sus versiones eran emocionalmente auténticas.

-RENÉ PÉREZ (Calle 13): Es la voz que nos representa a nivel latinoamericano.

-CHICO BUARQUE: Mercedes era un símbolo de libertad, tanto de Argentina como de todos lados.

-DAVID BYRNE: Para cierta generación, fue claro que ella y sus canciones, incluso las más poéticas, se convertían en un acto político.

-VÍCTOR HEREDIA: Si hubiera que pintar América, ésta tiene el rostro de Mercedes.

-PROGRAMA DE TV FRANCESA: Mercedes Sosa representa para América del Sur, lo que Amalia Rodrígues para Portugal, Joan Baez para Estados Unidos, o Umm Kulthum para el pueblo musulmán.

-TERESA PARODI: Mercedes era la voz del pueblo levantada para todos, por sobre todo y con todos, y nos arrancaba ese canto en el que nos reconocíamos todos.

-LEÓN GIECO: Mercedes en un ícono de la democracia. Creímos en la democracia cuando Mercedes vino a cantar al Opera en el 82.

-ABEL PINTOS: Hizo una fuerte apuesta y muy grande por las nuevas generaciones y los nuevos músicos jóvenes, y siempre los abrigó y los puso a su lado, dándonos la oportunidad a muchos de sentirnos avalados por semejante imagen dentro de la música, y eso no lo hacen todos.

-MILTON NASCIMENTO: Cuando ella soltaba la voz, era una cosa muy fuerte que transformaba cualquier música en una poesía vibrante.

Mercedes Sosa y la Trova Brasilera

Mercedes Sosa con Milton Nascimento, Chico Buarque, Caetano Veloso y Gal Costa, cantando juntos «Volver a los 17» (de Violeta Parra) en Brasil, año 1986.

Año 1965. Mercedes Sosa es homenajeada, entre otros, por Guillermo Murúa, en "La Tranquera de Ecos del Ande".

Año 1965. Mercedes Sosa es homenajeada, entre otros, por Guillermo Murúa, en «La Tranquera de Ecos del Ande».

“La vanidad mía es con mis compañeros, con la música que canto, no con los premios Grammy. El canto solamente como entretenimiento puede ser muy importante. Pero el canto realmente que va adentro con, cultura que viene a ser de lecturas, de tanta gente a la cual debo todo lo que yo tengo, que son escultores, pintores, artistas que han ido conduciéndome por todo un camino por el cual yo siento esta manera de cantar”.

Mercedes “La Negra” Sosa

Fuentes:

-Sitio Web Oficial (www.mercedessosa.com.ar)

-Película “Mercedes Sosa, la Voz de Latinoamérica”.